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Cuando estos dos signos se encuentran, comprenden al instante que han encontrado su alma gemela. Los dos son responsables, cautelosos, tenaces y perseverantes. Los dos son signos de Tierra, Tauro regido por Venus y Virgo por Mercurio, y se admiran mutuamente. A Tauro le fascina la inteligencia y la forma de hablar de Virgo, y a éste le asombra la paciencia y perseverancia que posee Tauro. Ambos necesitan tener una seguridad personal para su futuro. Como su elemento, la tierra, necesitan algo a lo que asirse para el día de mañana. Como Virgo es un signo mutable, no tiene la rigidez de Tauro, signo fijo, por lo que la relación alcanza un ritmo lo suficientemente cambiante para que no se convierta en monótona y aburrida. Esta relación es tan armoniosa que puede durar toda a vida, disfrutando de una gran tranquilidad, en un ambiente idílico.