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Tauro, signo de tierra, regido por Venus, y Cáncer, signo de agua, regido por la Luna. Cuando estos dos signos solares se encuentran, algo importante ocurre en sus vidas. Están de acuerdo en casi todo. Ambos comparten el sentido por el ahorro, la familia, el hogar… Lo que quizás no comprenda del todo Tauro es la influencia que la Luna ejerce sobre Cáncer. Sus fases afectan profundamente a su estado anímico, y pasa de la risa al llanto en instantes. Por ello, Tauro debe ser tolerante y comprensivo. El equilibrio que sabe mantener Tauro en los momentos críticos beneficia mucho a Cáncer, que sentirá su fuerza y protección. Juntos pueden desafiar cualquier adversidad porque ambos poseen una gran fortaleza interior para vencer las dificultades. Sexualmente, se entienden a las mil maravillas. Ambos son afectuosos y tiernos y para ellos son tan importantes el antes y el después como el acto sexual. En definitiva, son de esos pocos afortunados que pueden llegar al séptimo cielo en muchos momentos de su vida.