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Tauro es un signo de tierra, regido por Venus, y Sagitario es un signo de fuego, regido por Júpiter. Tauro es algo pesimista mientras que Sagitario es un gran optimista y sabe que bajo la protección de su regente, Júpiter, la vida será fácil. Sagitario a lo largo de su vida goza de rachas de buena suerte, sin embargo, a Tauro le cuesta mucho esfuerzo conseguir lo que desea. Tauro se enamora rápidamente de una persona como Sagitario, divertido, soñador, viajero infatigable… pero no soporta compartirlo. Y Sagitario necesita la libertad como el aire que respira, y, si le atan corto, rompe la cuerda y desaparece. Por ello, Tauro debe comprender que la necesidad de libertad de Sagitario no implica infidelidad, y aprender a confiar en él. De esta manera, Sagitario dejará aflorar lo mejor de sí mismo y conseguirá que Tauro descubra sensaciones que no había experimentado antes.