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Entre ellos hay una gran fascinación. Capricornio busca en Sagitario la inspiración, su calor y su brillo, y éste, la estabilidad y el sentido de la realidad de Capricornio. El carácter reservado y tranquilo de Capricornio aporta paz y seguridad a Sagitario. A pesar de ser totalmente opuestos, es precisamente en la disparidad de su concepción del mundo donde pueden encontrar su punto de atracción. Lo que sí puede ser motivo de conflicto es el dinero. Sagitario no sabe lo que es el ahorro, y Capricornio, por muy enamorado que esté, necesita controlar los gastos y llevar las cuentas al día. Su vida sexual será bastante satisfactoria. Sagitario, con su jovialidad y seducción, conseguirá llegar al corazón de Capricornio y liberarlo emocionalmente. Eso sí, necesita paciencia porque Capricornio está regido por el restrictivo planeta Saturno y no se lanza. Medita y luego actúa.