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Géminis, signo de Aire, aviva el fuego de Aries. Si entre ambos signo surge el amor, será de una forma estrepitosa y vehemente. Aries se siente atraído por el atractivo de Géminis. Lo ve tan elegante, tan inteligente, tan brillante, derrochando energía positiva, que se lanza sin pensarlo a la aventura a conquistar a Géminis. Los dos detestan el aburrimiento, se apasionan con mucho entusiasmo por un objetivo, aunque se cansan pronto de las cosas. Les encantan las aventuras amorosas, pero cuando aman de verdad suelen ser fieles. Aries es irreflexivo, instintivo, no sopesa los pros y los contras de las situaciones… Géminis, por el contrario, analiza, sopesa con esa hábil inteligencia y fría lógica que le caracteriza, lo que ayuda a la relación. Lo más maravilloso que le puede ocurrir a Aries es encontrar a alguien que lo acepte tal y como es: directo, vital y valiente. Géminis lo quiere como es y no pretende cambiarlo. Y cuando Aries se siente aceptado, adquiere seguridad, pierde el miedo a mostrar su verdadera personalidad, y empieza a surgir ese aspecto oscuro que posee y que muy pocos conocen, tornándose sentimental, tierno y amoroso.