Colocar una vela blanca en un lugar donde no haya riesgo de incendio... Realizar la operación un martes cuando se haya puesto el sol. Hay que colocarlo en una mesa sobre un tapete de algodón. Las puertas y ventanas deben estar cerradas y la única iluminación será la luz de la vela, que se enciende con una cerilla de madera. Hay que invocar a Dios, al Cosmos o a las Entidades de Luz para que hagan desaparecer las malas vibraciones que se hayan podido producir en ese lugar.
A continuación se abren las ventanas durante al menos 5 minutos para que las ondas negativas desaparezcan. Después se colocan en cada rincón del local, lo más alto posible, unos platitos con medio limón cubierto de sal marina. Estos platitos no deben estar a la vista de nadie. Hay que observar cada día cual es el limón que se oscurece antes, y en ese lugar hay que volver a repetir la operación, otro martes, como se indica al principio. Se repite la operación sólo en el lugar donde esté el limón que antes se haya oscurecido, y se repite una sola vez.
A continuación, se echa en un recipiente agua mineral o de lluvia, con tres gotas de vinagre y se limpian pomos y ventanas. Por último, una vez limpio el lugar, hay que bendecirlo con agua bendita (puedes conseguirla en cualquier Iglesia) y dejar el frasquito del agua bendita abierto hasta que se evapore totalmente.