Esta cuadratura muestra un aspecto disonante que nos puede generar conflictos y tensiones.
La sensibilidad y la compasión ante el sufrimiento ajeno, dos cualidades resaltadas por la presencia de Neptuno en Piscis, generarán dudas y tensiones en las relaciones afectivas. El afecto interesado - propio de Venus en Géminis- generará un trasfondo de culpabilidad por no atender las exigencias universales de Neptuno. El resultado se traduce en una inexplicable inquietud y en una sensación de malestar que podrían repercutir negativamente sobre asuntos materiales y financieros.
Los signos de Aire -Géminis, Libra y Acuario- y los de Agua -Cáncer, Escorpio y Piscis- deben hacer uso de su excelente instinto si no quieren quedar atrapados en situaciones confusas.