Esta noche será la noche más larga y también una de las más mágicas y esotéricas, perfecta para meditar y pedir deseos al firmamento.

Se podría decir que el solsticio de invierno marca el momento en el que el tiempo se detiene. Por ello, todo a nuestro alrededor invita a la reflexión. Mientras que el solsticio de verano nos invita a la acción quemando todo lo que nos impide ser felices, ahora no es momento de actuar, es momento de reflexionar sobre lo que anhelamos, sobre lo que queremos que nos ocurra en el futuro.

Atrapemos esa energía mágica y misteriosa que encierra la noche del solsticio de invierno y pidamos al Cosmos un deseo.