En este aspecto se juntan las dos fuentes de máxima expresión personal que aseguran el éxito en todas aquellas empresas que requieran resolución, suspicacia e importantes tomas de decisiones.
El signo de Aries ejerce una ligera sobrecarga de dinamismo que podría restar precisión a la hora de llevar a cabo nuestros propósitos.
De todas maneras, el alto grado de concentración y seriedad que ejerce este aspecto asegura buenos resultados siempre y cuando se obre por cuenta propia, es decir, sin elementos ajenos que coarten nuestra libertad personal.