La fantasía por aventuras que pudieran afianzar los ideales de Sagitario van quedando poco a poco aparcadas por la rutina y el sentido común.
En caso de no querer aceptar el fin de algunas ilusiones, se pueden perder demasiadas energías dándole vueltas y más vueltas a la mente, sin llegar a encontrar una solución.
Hay que tener cuidado con aquellas emociones que nos puedan perjudicar, como la rabia, el odio o la ira. Lo mejor será mirar al futuro con nuevos ojos, sin expectativas y siendo consciente de las fuerzas y del tiempo que disponemos.