La pasión de Venus se verá apagada al entrar en el signo de Virgo.
Venus abandona por poco tiempo el ardiente signo de Leo para ingresar en el terrenal Virgo. Durante el tiempo que dure su estancia en Virgo, el planeta del amor no podrá expresar toda la pasión que lleva dentro. Por eso, podremos volvernos algo críticos con nuestra vida sentimental (demasiado análisis y poco disfrute).
Puede que nos mostremos un poco fríos, menos románticos y menos expresivos emocionalmente. Esta energía Venus-Virgo nos hará más reservados.
El día 31, Venus vuelve a Leo, hasta el 8 de octubre, que regresará de nuevo a Virgo.