La ambición propia de Saturno se vuelve más voraz y persistente bajo la influencia de Escorpio.
A su vez el impulso ciego de Plutón cobra más sensatez, el rigor característico de Capricornio apaga el reclamo de atención típico de las actuaciones de este poderos planeta.
En definitiva es un buen aspecto que otorga una poderosa concentración y una fuerte determinación para alcanzar los propósitos o intereses personales.
Pero las grandes pretensiones siempre se cobran un precio, con este sextil tenderemos a olvidar las exigencias de los afectos, no atenderemos a las exigencias dela sensibilidad y podremos sentirnos ridiculizados si mostramos públicamente un poco de ternura o compasión.