Ahora que el verano está dando sus últimos coletazos, es el momento de prepararnos para entrar en la nueva estación con la suerte de cara?
Para ello, debemos quitar las impurezas de nuestra casa y de nuestro cuerpo.
Debemos hacerlo en un momento en el que estemos solos y tranquilos en nuestra casa. Abrimos todas las ventanas y barremos la casa con una rama de laurel. A continuación cerramos las ventanas y quemamos una varita de incienso, recorriendo cada estancia de la casa con la varita en la mano hasta que se consuma.
Después preparamos un baño al que añadiremos siete cucharadas de sal marina y nos sumergimos en él. Si no podemos bañarnos, en una jarra de agua echamos dos cucharadas de sal marina y después de ducharnos nos la echamos por la cabeza. Nos secamos con una toalla limpia (que no haya usado nadie) y nos tomamos una infusión de manzanilla.
¡Mucha suerte!