Cerramos un ciclo y abrimos otro cargado de nuevas ilusiones. Día positivo, preludio de algo mágico.
Terminamos el año con una Luna en el signo de Capricornio, que nos va a aportar autocontrol y determinación en todo lo que vayamos a llevar a cabo.
Capricornio destaca por su integridad, su tenacidad y su ambición. Esta Luna nos aporta energía para no depender del entorno y superar cualquier limitación con el fin de alcanzar nuestros objetivos deseados.
Sentiremos seguridad y autosuficiencia en todo lo que hagamos y superaremos cualquier obstáculo de la vida cotidiana. Nuestros proyectos se consolidarán.
El fin de año es un momento de transición: finaliza un ciclo y comienzo uno nuevo. Las energías cambian y comprender en qué consiste el cambio nos ayuda a ubicarnos. Ábrete a la llegada del 2014 cargado de energías positivas, sintiéndote dueño de tus sueños. ¡Feliz Año Nuevo para ti!