Esta fuerza astrológica genera un gran torrente de energías positivas.
Un aspecto armónico por tránsito Júpiter/Luna va a significar que La Luna favorece una visión optimista, noble y generosa de todo lo que nos rodea.
Estos aspectos fortalecen enormemente las facultades analíticas; de aquí que contemos con un poderoso magnetismo personal que debemos aprovechar para la consecución de cualquier objetivo que nos marquemos hoy.
Ese aspecto nos aporta, además, la facultad de aspirar y luchar por ideales elevados y contar con una imaginación muy fructífera, con el fin de hacer crecer nuestros recursos materiales.
Es un momento propicio para tomar alguna decisión importante para nuestro futuro. Estos son de los mejores aspectos en la gama planetaria e indican un éxito general en la vida tanto física como espiritual.