Nos encontramos ante la influencia de dos dinámicos y poderosos colosos que imprimen con impulsividad toda su fuerza de voluntad y capacidad de decisión.
Ante esta amalgama de poderes imposibles de contener, aparece una imperiosa urgencia por materializar los deseos y sorprender con la ingeniosidad propia de Urano.
Si la falta de tacto de Marte puede parecer temeraria y brusca, no es nada en comparación con lo que ocurre cuando se mezcla con la ausencia total de toda consideración.
Este aspecto planetario es bueno para cosechar éxitos efímeros o cazar oportunidades al vuelo, pero es posible que por el camino haya que sacrificar más de una relación personal.