Comienzas el año sintiendo que sólo tú eres el dueño de tu vida y que nadie más que tú la va a manejar. Estás cogiendo fuerzas para afrontar todo lo que se avecina y, aunque, en ocasiones, te vas a venir abajo, rápidamente vas a resurgir de tus cenizas, como el ave fénix, y vas a darlo todo, porque tú, mejor que nadie, sabes que el triunfo es de aquellos que no se rinden fácilmente. Por fin, vas a dejar a un lado tus miedos y preocupaciones y disfrutarás más de la vida.
Huye de las tensiones y de los conflictos y, siempre que puedas, mantente en un segundo plano para que nada ni nadie te arrebaten la energía y la serenidad que tanto necesitas.
En el año del Dragón encontrarás la estabilidad y oportunidades de crecimiento personal. Es un buen momento para enfocarte en objetivos a largo plazo y para consolidar relaciones.