Cuando el elemento fuego de Leo se encuentra con el elemento agua de Escorpio, se produce una atracción inmediata. A ambos les atrae el riesgo como un poderoso imán. Y es que estos dos signos se sienten invulnerables. Conquistarán lo inconquistable y podrán vivir las aventuras más maravillosas. Sin embargo, la convivencia diaria puede ser dura, Leo intentará por todos los medios dominar a Escorpio, quien no solo no se dejará, sino que intentará a su vez dominar al rey del cosmos. Los dos creen tener razón siempre, quieren salirse con la suya, son posesivos y celosos… Sin embargo, cuando físicamente se unen, pierden la noción del tiempo, del espacio, de los sentidos. Ésta es una relación reservada exclusivamente para los amantes del riesgo y de las emociones fuertes. Para que la relación funcione, Leo deberá entender el misterio que envuelve a Escorpio, quien aprenderá de Leo una forma de ver la vida más optimista y divertida que le hará disfrutar de manera más excitante.