La tenacidad propia de Saturno así como sus buenos valores racionales estimulados por el signo del Escorpión, colaboran en buena armonía con los románticos y soñadores valores afectivos y amorosos propios de la exaltación de Venus en Piscis.
El resultado es un buen equilibrio entre la mente y el corazón que puede ser aprovechado para afianzar de una vez por todas aquellas relaciones románticas que estén en el aire.
Otra forma de influencia de este aspecto planetario cae sobre el juicio y la valoración, muy apropiada y certera, tanto de situaciones, como de relaciones u obras arte.